EL PROYECTO
Amigo lector,
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Buscando a Dios surge de la necesidad de compartir revelaciones y enseñanzas que he tenido la fortuna de recibir en mi caminar con Dios. Este quehacer comenzó con la escritura de un libro cuyos temas me fueron dados a cuentagotas, mientras yo me limitaba a escribir lo que mi corazón escuchaba, en él verás a una mujer que encuentra a Dios cuando logra derribar las barreras que lo limitan, cuando se niega a que su fe sea demarcada por patrones sociales y religiosos para así poder llegar a conocerle —y entender que soy suya, y sentir que me alcanza—.
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Te invito a buscarlo, amigo lector, entre las hojas de Su Libro, en los ojos de aquellos que te rodean, en la faena diaria y, sobre todo, en el silencio. Búscalo como la fuente más vital, la necesidad más urgente, sin la cual, ni un solo día de nuestras vidas vale la pena transitar.
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Esta travesía la hice también de la mano de mi eterna compañera: la literatura, fue fácil apoyarme en las palabras y los pensamientos de mis admirados escritores y poetas para explorar con ellos las revelaciones en mí sembradas, haciendo el caminar más placentero y ofreciendo un punto de encuentro entre el andar literario y lo espiritual.
Ahora he comprendido que la escritura de Buscando a Dios fue tan solo el abreboca, pues una oportunidad mayor se presentaba, la de compartir contigo mi secreto: que a Dios también podemos acceder sin intermediarios, y es así como surge este portal donde, apoyándome en la literatura, extiendo una invitación a que reconozcamos los obstáculos que nos separan de Dios, obstáculos personales y sociales, doctrinales y mundanos, propios y ajenos.
A algunos de nosotros —los más religiosos— nos incumbe limpiar Su rostro de esa costra doctrinal que le deforma; a otros —los que nos negamos a creer— nos corresponde quitarnos el manto de mofa y de cinismo con el que nos hemos cubierto por tantos años. El objetivo es el mismo, llegar a Él sin limitaciones y observar abismados como nos transforma. Así, los escritos que encontrarás en este portal y en el libro procuran exponer la "costra religiosa” y el “manto agnóstico” en nuestras vidas, invitando a la auto reflexión, a mirar hacia Él intentando, finalmente, ser honestos.
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Te invito a buscarlo, amigo lector, entre las hojas de Su Libro, en los ojos de aquellos que te rodean, en la faena diaria y, sobre todo, en el silencio. Búscalo como la fuente más vital, la necesidad más urgente, sin la cual, ni un solo día de nuestras vidas vale la pena transitar.